Soy Manu, nací en Sevilla y, aunque empecé estudiando Ciencias Económicas, pronto descubrí que mi camino no estaba en un aula, sino en algo que llevaba años construyendo casi sin darme cuenta: Andrinos Fútbol. Dejé la carrera para dedicarme al cien por cien a un proyecto que empezó como una afición y terminó convirtiéndose en mi forma de vida.
Mi relación con las apuestas no surgió de un día para otro. Viene de mucho antes, de aquellos años en los que me movía por el fútbol de barro, donde siempre tuve contactos, información privilegiada y un instinto que fui puliendo sin saber hacia dónde me llevaría. Mientras estudiaba, compaginaba todo eso con el canal… hasta que entendí que, si apostaba por dedicarle más tiempo, podía vivir mejor. Y acerté: era rentable, crecía y cada día se unían más personas que confiaban en mi criterio.
Pero mi historia no empieza ahí. Con 15 años ya tenía claro que quería emprender: diseñaba camisetas personalizadas para peñas y buscaba clientes por mi cuenta. Años después seguí por ese camino trayendo camisetas de fútbol que vendía en mi pueblo. Sin saberlo, ya estaba entrenando la mentalidad que hoy me acompaña: crear, mejorar y dar forma a mis ideas.
A los 18 años me adentré de lleno en el mundo de las apuestas. Estudié, analicé, probé, fallé y volví a intentarlo hasta que me cerraron varias cuentas —mías y de familiares— después de haber generado miles de euros en beneficios. Cuando cada vez era más complicado seguir operando, lo vi claro: era el momento de pasar al otro lado. De apostador a pronosticador. De trabajar para mis resultados a trabajar para ayudar a otros a conseguir los suyos.
Hoy sigo con la misma ambición que tenía aquel chico que vendía camisetas para sacar un extra: trabajar duro, mejorar cada día y construir algo que trascienda. Porque si algo tengo claro, es que este camino no lo he recorrido solo… y que lo mejor aún está por llegar.